Era el Clásico Victoria de Tarapacá (1800 metros, Césped) y el compromiso lucía bastante parejo. Surgían nombres como el de Inmobile, con nuevos colores, Chalpón, entre otros, pero la definición le sonrió a Ulpiano (Singe The Turf), el alazán del Jet Set, que volvió a enseñar esa atropellada fulminante que lo colocaba como un caballo de respeto en el pasto de Monterrico.
Sin la presencia de Don Feres, el hijo de Tesoro aumentaba su chance, aún más con la monta de Carlos Trujillo, quien fue fabricándose el espacio en la recta, mientras Plaza de Honor daba cuenta de Chalpón.
Pero, a cien del final, el el empuje del egresado del Rancho Fatima era firme y así respondió para doblegar por un cuerpo a Plaza de Honor, dejando más atrás a Chalpón. Todo esto en 1’51” y fracción para el recorrido. Regresó a su mejor nivel el que ya es múltiple ganador clásico.
Fue el octavo triunfo de su campaña (Foto Julio Villanueva)
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